La carne cruda y las aves de corral deben cocinarse consistentemente a una temperatura interna mínima protegida. Es ideal para utilizar una temperatura de estufa no inferior a 325 grados Fahrenheit.
Asegúrese de lavarse las manos y las máquinas después de su uso. Nunca comparta la tabla de cortar o la cuchilla utilizada en la disposición de platos de carne con platos de verduras. También debe tener en cuenta para no limpiarse las manos con una toalla similar utilizada para limpiar los platos. Para tener un toque de manejo de alimentos seguro visite aquí Desarrollo de productos.
Asegúrese de almacenar la carne cruda en el refrigerador y asegúrese de que cualquier goteo de carne pueda actuar de forma natural. Trate de no poner sobre diferentes alimentos. En caso de que no lo utilice de inmediato, congélelo.
Después de cocinar la comida, recuérdalo. Nunca deje la comida preparada lo suficientemente bien sola para el refrigerador por más de 2 horas. En el caso de que la temperatura sea superior a 90 grados (por ejemplo, en el caso de que esté en una ocasión al aire libre), refrigere en ese momento dentro de 60 minutos. En caso de que deba olvidarse de la alimentación, mantenga calientes las fuentes de alimentos calientes a 140 grados Fahrenheit o más. Para ello, coloque alimentos en mesas de vapor precalentadas, platos calientes o ollas de cocción lenta. Además, la nutrición fresca debe mantenerse fría, colocando hielo a 40 grados Fahrenheit o menos.
Recuerde: las bacterias pueden reintroducirse en la nutrición después de que se cocinen de manera segura. Coloque los restos en recipientes poco profundos para una cocción rápida y refrigere a 40 grados Fahrenheit o menos dentro de 2 horas. Haga esto y podrá tener deliciosos restos sin dudas para sus seres queridos.
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